La política se ha convertido en un negocio redondo para todo aquel que entra y se adapta al circo mediático en que se ha convertido. Bien sabían los vendepatrias de Vox cuando reclamaban su lugar en este circo que si les salía como ellos planeaban pronto engrosarían sus cuentas bancarias.

Y así ha sido. En su primera legislatura ya han conseguido multiplicar por cinco sus beneficios, alcanzado un total de 5,2 millones de euros. Los que antes denunciaban altos sueldos de políticos y decían querer hacer de la política un espacio libre de chupatintas parece que se lo han pensado mejor y han optado ahora por continuar con la línea de su líder Santiago Abascal, experto en vivir de subvenciones sin dar un palo al agua desde tiempos inmemoriales; antes con el PP, ahora con Vox.

No son más que una panda de parásitos que quieren vivir del cuento. Se llenan la boca de España y dicen ser los más patriotas cuando en realidad, igual que el resto de partidos institucionales, sus políticas se basan en abrir las puertas de nuestro país de par en par a las grandes empresas y bancos. Son aférrimos defensores del capitalismo y no suponen ningún cambio ni mucho menos una transformación.

Es del todo necesario que los trabajadores nos organicemos para no caer en la palabrería absurda de esta derecha reaccionaria ni tampoco en la degeneración de la izquierda posmoderna.

Es hora de recuperar la identidad de la izquierda obrera y combativa, que sea capaz de organizar a la clase obrera para luchar unida por la instauración de una república popular y federal que acabe con el capitalismo y sus aliados y encamine España hacia un futuro de transformación y de progreso.

También puedes ver el post de Instagram pichando aquí y leer el resto de entradas pinchando aquí.