Tras los acontecimientos de estos días en Ecuador queremos mostrar nuestra solidaridad у apoyo al pueblo ecuatoriano en su lucha por acabar con las mafias y las pandillas. Expresamos también nuestro respaldo a las medidas tomadas por el gobierno de Ecuador. El pueblo debe unirse al margen de las ideologías para poner fin a la lacra de la delincuencia y del narcotráfico.
Los trabajadores son los principales damnificados de esta situación de criminalidad generalizada. Es hora de acabar con el buenismo, solo con medidas contundentes se puede solucionar un problema de tal magnitud y revertir la situación.
Difícilmente puede haber soberanía y mucho menos un movimiento obrero de ninguna índole en un país donde cualquier trabajador vive con miedo de ser asesinado o extorsionado, donde la juventud se ve asolada por la drogadicción, el pandillerismo y donde el Estado está corrupto.